Cada cabeza es un mundo y en cada hogar, les corresponde a los padres el poner las reglas de conducta. Si bien es cierto que cada niño tiene su personalidad y gusto, también es cierto que como padres somos responsable de proveer techo y sustento a los niños. Parte de esa responsabilidad es enseñarlo a comer saludables. En ocasiones los padres están tan ocupados con sus trabajos, que se auxilian de productos prefabricados o enlatados, principalmente para las meriendas de los niños. El problema es cuando los padres o tutores por su comodidad, dejan que los niños suplan sus comidas principales por alimentos llenos de grasa, azúcar y químicos. No es una excusa el decir que al niño no le gusta otra cosa, o que eso es lo que prefiere. Me hace pensar en la pregunta: que fue primero la gallina o el huevo?. Pues un niño nunca desarrollara buenos hábitos de comida complaciendo en todo desde que son bebes. Y vemos como el síndrome del emperador, o merecedor como lo llamo y...