Esos Pequeños Monstruos

 



Cada cabeza es un mundo y en cada hogar, les corresponde a los padres el poner las reglas de conducta. Si bien es cierto que cada niño tiene su personalidad y gusto, también es cierto que como padres somos responsable de proveer techo y sustento a los niños.  Parte de esa responsabilidad es enseñarlo a comer saludables.

En ocasiones los padres están tan ocupados con sus trabajos, que se auxilian de productos prefabricados o enlatados, principalmente para las meriendas de los niños. El problema es cuando los padres o tutores por su comodidad, dejan que los niños suplan sus comidas principales por alimentos llenos de grasa, azúcar y químicos.

No es una excusa el decir que al niño no le gusta otra cosa, o que eso es lo que prefiere. Me hace pensar en la pregunta: que fue primero la gallina o el  huevo?. Pues un niño nunca desarrollara buenos hábitos de comida complaciendo en todo desde que son bebes. Y vemos como el síndrome del emperador, o merecedor como lo llamo yo, impera en muchos niños, que se creen los reyes de la casa,  y que su cuidador está a su servicio.  Lo que parecen mandar en muchos hogares son los niños,  incluso se les deja dormirse a altas horas de la noche o jugar interminablemente con sus dispositivos, y de no complacerlos se rebelan con rabietas  y otros comportamientos cuestionables.

Queridos padres, si los complacemos en todo, incluyendo en alimentarlos con basura, por no hacer el esfuerzo de enseñarle ni darle diciplina, quién será el culpable cuando crezca y no tenga autodominio para negarse a usar drogas, abusar del alcohol, tener relaciones sexuales a temprana edad o ser nocivos para su entorno y su familia. No los estamos cuidando y a pesar de que a todos nos irritan las rabietas, parece que los pequeños monstruos somos nosotros.



En próxima entrega: el uso de sustancias para dormir los niños. Tela de donde cortar.

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